Especial Día del Patrimonio Conociendo nuestra historia a través de las calles sampedrinas


Una buena manera de adentrarse en la historia, la cultura y las características de un territorio es conociendo el nombre de sus calles. Tal es el caso de San Pedro de la Paz, donde a través de su señalética podemos viajar a tiempos de la Guerra de Arauco, conocer a sus vecinos destacados, o constatar la preocupación por el medioambiente y la naturaleza, así como el interés de la ciudadanía por homenajear a grandes figuras de las artes o de la literatura.

Precisamente con el fin de potenciar el vínculo entre los vecinos y su territorio, la Corporación Cultural San Pedro de la Paz desarrolló una novedosa acción de rescate patrimonial con motivo del vigésimo quinto aniversario de la comuna. Se trata del proyecto “Reseñas sampedrinas”, el cual consiste en la instalación de códigos QR en las señaléticas viales para acceder a mini biografías y datos basados en los nombres de sus calles. 

La ejecución del proyecto, que además cuenta con el respaldo de la Municipalidad de San Pedro de la Paz, ya inició su fase piloto que incluye 10 puntos de interés en distintos barrios y sectores de la comuna. Tras ello se busca generar la participación de los mismos vecinos para sumar nuevas reseñas digitales en otras calles y rincones que destaquen por su valor patrimonial.

Desde Galvarino a Camiroaga

San Pedro de la Paz es considerada la puerta de entrada al Wallmapu, al ser el Biobío la principal frontera entre mapuches y españoles. Es por ello que aquella riqueza histórica se ve reflejada en distintos barrios y sectores a través de los nombres de sus calles, entre estas, “Parlamento de Negrete” o “Pases de Quilín”, “Parlamento de Tapihue” (Villa San Pedro), juntas diplomáticas entre los colonizadores y nativos; así como figuras de la talla de Galvarino y Caupolicán, defensores del pueblo mapuche que dieron su vida en la lucha por sus tierras; también “Colo Colo” y los hermanos “Pincheira” (pasajes que se encuentran colindantes de la avenida “Michimalonco”, una de las principales arterias de la comuna).

Además de lo histórico, son varias las características de San Pedro de la Paz que se encuentran reflejadas en sus calles. Entre los rasgos que se distinguen está la valoración de la naturaleza en una zona de bosques, cerros, lagunas y humedales.

Es así como las atractivas postales de la comuna se evidencian, por ejemplo, en las calles del barrio Huertos Familiares. “Las Rosas”, “Las Margaritas”, “Las Violetas” componen el ramillete de nombres del amplio campo floreado señalado en los letreros de las avenidas. Este territorio nacido en los años 90, que comenzó siendo una zona destinada al abastecimiento alimentario de los vecinos que vieron crecer el sector, hoy en día recuerda sus antiguos huertos con nombres de flores en sus señaléticas.

Existen otros rincones de la comuna que también están titulados en honor a la flora nacional. En la misma Villa de San Pedro de la Paz se cruzan nombres de personajes destacados con árboles y plantas. De hecho, y a modo de ejemplo, las avenidas principales se denominan “Los Canelos, “Los Fresnos”, “Los Aromos” y “Los Acacios”, marcando así una tendencia a los paisajes naturales.

A diferencia de los casos anteriores; en Lomas Coloradas y Candelaria, si bien se mencionan árboles y flores como denominaciones recurrentes, la fauna no se queda atrás. Allí se evidencia una tendencia al nombramiento de aves como “Las Palomas”, “Las Torcazas”, “Los Halcones”, “Las Gaviotas”, “Águilas”, “Los Gorriones”, “Los Choroyes” o “Las Garzas” (Candelaria). También está “El Pudú”, “El Puma”, “El Huemul”, “La Chilla” y “El Peuco” (Lomas Coloradas)

Los parques nacionales, lagos y lagunas del país también conforman los títulos de las vías de San Pedro de la Paz. En el Portal San Pedro, la inclinación recae en aquellos puntos naturales importantes de Chile. Por un lado, los parques nacionales “Torres del Paine”, “Alerce Andino”, “Huerquehue” o “Puyehue”, y por otro los lagos, “Calafquén”, “Caburgua”, “Cucao”, “Vichuquén, “Totoral”, “Maullín”, “Peñuelas”, entre otros.

Cultura en sus diferentes formatos

En varios sectores también encontramos referencias a antiguos vecinos, primeros colonos, empresarios e incluso deportistas que dejaron su huella en la comuna.  Nombres como “Juan Ruiz”, “Luis de Toledo”, “Pedro Esteban” “Francisco Rodríguez”, “Alonso Moreno”, “Diego Muñoz”, dan vida a las calles ubicadas a los pies de Andalué, y recuerdan a los habitantes de San Pedro de la Paz.

En las primeras reseñas, disponibles en algunas señaléticas viales, se encuentran dos grandes ejemplos para referirnos a personalidades que marcaron a la comuna. Es el caso de “Luis Acevedo” y “Daniel Belmar”. Acevedo fue un mártir de la aviación asentado en nuestra zona, quien persiguió su deseo de volar desde Concepción a Santiago sobre su Blériot XI, falleciendo tras capotar en el río Biobío. Belmar, por su parte, fue un escritor y químico farmacéutico que publicó una serie de títulos, entre estos, una novela titulada “Desembocadura”, inspirada en la costa de San Pedro de la Paz.

Algunas comunidades extranjeras también han dejado su impronta en nuestras calles en la medida que se han consolidado como parte del quehacer sampedrino. Así sucede en el sector que colinda con el recinto educacional Saint John’s School, en El Venado. El círculo británico se refleja en calles como “George Knight”, en honor al tercer rector del colegio inglés, también John Macnab, William Ward, John Pomeroy, y Douglas Monk. Otro ejemplo, es el sector que abraza a la Scuola Italiana di Concepción, donde al igual que en el caso anterior, se mencionan figuras del país europeo, tales como “Vivaldi”, “Puccini”, “Donizetti”, “Rossini”, “Bellini” y otros.

El arte no se queda exento del recorrido sampedrino. Figuras importantes de la música chilena tienen un lugar reservado en la Villa Spring Hill. Entre los connotados personajes, se nombra a “René Amengual”, músico y académico participante de las reformas educacionales musicales en la década de 1940; el Premio Nacional de Arte de 1954, “Próspero Bisquert”; “Isidora Zegers”; “Violeta Parra”, folclorista y compositora reconocida internacionalmente; o “Manuel Robles”, musicalizador del primer himno nacional de Chile; entre otros.

Siguiendo con la impronta cultural, la Villa Los Escritores (camino a Lomas Coloradas), tal como indica su nombre, conserva un vínculo con aquellas personalidades del mundo de la pluma como “Alberto Blest Gana”, el padre de la novela chilena; la creadora del conocido Papelucho, “Marcela Paz”; “Eduardo Barrios”, e incluso el personaje ficticio “Martin Rivas”. Tampoco podía faltar nuestros premios Nobel “Pablo Neruda” y “Gabriela Mistral”.

Algunas curiosidades

¿Sabías que existe una calle en el Portal San Pedro que se llama “Umpa Lumpa”? Así es… tal como los personajes de la novela de Roald Dahl “Charlie y la fábrica de chocolate” llevada al cine en dos ocasiones.

Existen avenidas que nunca llegaron a nombrarse físicamente en las señaléticas viales según sus decretos municipales. Es el caso de “Camino al Venado”, que oficialmente se llama Guillermo Aste. Situaciones similares se dan con los casos de Salvador Allende (ruta 160) o el fallecido senador Jaime Guzmán, a quien determinaron honorarlo en una señalética, pero finalmente no se concretó.

“El Callejón de Vitoco” es claramente una de las calles más largas del sector de Lagunillas, ¿por qué lleva ese nombre?

Las calles del Conjunto Residencial Laguna Grande sólo poseen nombres de ciudades españolas, “Valencia”, “Barcelona”, “Cádiz”, “Toledo”, “Granada”, “Sevilla”, etc.

¿Cómo se nombraron nuestras calles?

Antiguamente, las calles de la Villa San Pedro eran denominadas en su mayoría por números. Junto con esto, el municipio de Concepción (entendiendo que antes de que San Pedro de la Paz fuera una comuna independiente, pertenecía a esa delimitación) determinó las principales avenidas por nombres de árboles.

“Normalmente los urbanizadores y las personas que impulsan estos proyectos hacen unas propuestas al municipio a través de la dirección de obras municipales cuando inscriben o van a proceder a la recepción municipal”, sostuvo Jaime Soto, el primer alcalde de la comuna (1996-2008), quien evidenció los primeros pasos del desarrollo inmobiliario en el territorio.

La contingencia y los grandes acontecimientos ocurridos en el país también se reflejan en las calles, Un hecho concreto fue el accidente del C-212 Aviocar de la FACh que se dirigía al archipiélago Juan Fernández en 2011. La misión que buscaba ir en ayuda a damnificados del terremoto incluyó entre sus tripulantes a un amplio equipo de TVN, Desafío Levantemos Chile, Consejo Nacional de la Cultura y Artes y por supuesto, de la Fuerza Aérea. Fue así como en la Villa El Rosario, en honor a los pasajeros, las calles llevan los nombres de “Felipe Cubillos”, “Sebastián Correa”, “Carolina Gatica”, “Catalina Vela”, “Felipe Camiroaga”, “Cabo Flavio Oliva”, o la penquista Silvia Slier, entre otros involucrados en la tragedia.

Tal como sucede en la mayoría de las ciudades del continente, las fuerzas armadas también conforman la diversidad de nombres. Es el caso del sector de Candelaria, donde encontramos a “Carabineros”, “Ejército”; o próceres como “Eleuterio Ramírez”, un militar chileno, héroe de la Batalla de Tarapacá; “Sargento Aldea” mártir de la Esmeralda; o “Luis Cruz Martínez”, militar chileno y considerado héroe de la batalla de La Concepción; entre otras.